Nuevos tiempos se avecinan para el mundo de la política. Lo estamos viendo en todas las encuestas, en la prensa y en tertulias televisivas y radiofónicas: el malestar que existe en la sociedad hacia los partidos tradicionales por su indiferencia, por su manera de maltratar a su electorado, por su alejamiento de los problemas reales, y por no saber conectar con los nuevos anhelos que la sociedad demanda, ha sabido ser recogido por nuevas propuestas políticas. Y la gente se ha dado cuenta que un nuevo modelo de hacer política es posible, que las teóricas imposibles barreras de entrada para nuevos partidos políticos no son insuperables.
Estableciendo una analogía con el mundo de la gestión de activos vemos que tal y como sucedía con los grandes partidos tradicionales, existe un mercado dominado únicamente por los grandes bancos en una especie de oligopolio casi perfecto (Los 3 grandes tienen casi el 50% de la cuota de mercado y los 10 primeros el 80%), y de nuevo observamos un clarísimo alejamiento de las necesidades reales de la sociedad (inversores) en la que encontramos fondos que jamas baten a su indice y que sólo interesan a las redes; comisiones elevadas, donde 2/3 de la misma son para el distribuidor y no para el gestor; sucursales que sólo venden los fondos de la propia gestora y aquellos fondos externos exclusivamente porque obtienen más comisiones; falta de honestidad en explicar que lo que realmente añade valor es un buen asset allocation con bajas comisiones; la aberración de la clase E, y así un largo etcétera que configura el panorama actual en la industria de gestión de activos.
Sin embargo nadie ha sabido recoger de manera clara estas inconsistencias, y a pesar de todos los atropellos el volumen gestionado por las gestoras bancarias sigue y sigue creciendo…. Es como si el bipartidismo que existía en política continuase exactamente igual.
Las razones que explican este fenómeno son, entre otras, la falta de cultura financiera, la actual edad media elevada de los inversores, el síndrome de Estocolmo bancario, la pereza mental y la dificultad de salirse del circuito bancario para operar en fondos.
También existe el problema de que las gestoras que sí pueden tener los medios y recursos para cambiar el modelo siguen presas del miedo a los poderosos, alimentando así el sistema mientras siguen participando en una patronal que no les representa. Es hora de cambiar las reglas del juego, y dar paso a que los ciudadanos (los inversores) sean los que tomen sus propias decisiones.
La oportunidad de la nueva plataforma de BME, las nuevas reglas que impondrá MiFID II, la revolución digital, los millennials, son bazas muy poderosas que si se saben aprovechar pueden cambiar drásticamente el modelo de gestión y distribución de los fondos de inversión.
La oportunidad es clarísima, ¿habrá algún jugador que sepa capitalizar este descontento? ¿habrá algún jugador en la industria que consiga el efecto Podemos/Ciudadanos en los fondos de inversión?
Martin Huete
7 Responses
Martín, muy interesante reflexión. Yo añadiría, además, que cuando alguien (banca andorrana) trata de hacer cosas, inmediatamente el lobby se pone en acción y cierran una entidad sin habernos dicho todavía qué han hecho mal. Algún cliente «poco honrado» lo hay en todas partes, al igual que empleados no leales (hasta el presidente de un gran banco puede olvidarse de varios cientos de millones en Suiza), otra cosa es que interese quitarse de un plumazo a unos competidores que estaban creciendo fuerte y quitando clientes a los grandes.
Hola Jose Luis, desde luego no te falta razón. Un abrazo fuerte
Buenos días Martín, es muy interesante tu blog, me gustaría preguntarte que crees que sucederá cuando los babyboomers comiencen a retirar su dinero de los mercados financieros y de las arcas públicas para su jubilación, sumado al envejecimiento poblacional, ¿Crees que se puede producir una crisis cuando esto suceda?
Un saludo!
Hola Raul, gracias por comentar, indudablemente es un factor a tener en cuenta pero aunque sean en activos mas líquidos esa masa de dinero seguirá de alguna manera en el sistema. Un abrazo
Ahí estamos los pequeños peleando, con productos mucho mejores y dando el cayo! me parece super acertado lo de «el síndrome de Estocolmo bancario», tenemos una gran oportunidad pero falta , como bien dices, cultura financiera; tenemos la gran obligación de formar a las nuevas generaciones!
Gracias Pablo! Un abrazo