Si tecleas en Google MiFID II, salen aproximadamente 569.000 resultados, lo cual no significa una cifra excesivamente escandalosa. Aun así, será una tendencia imparable la proliferación de artículos y estudios que traten de explicar lo que puede significar para la industria de la inversión colectiva y el asesoramiento el establecimiento de MiFID II.
No es propósito de este post desentrañar en detalle lo que puede suponer el establecimiento de dicha directiva, pero si reflejar lo que considero crucial y también congratularse que va a insuflar aires nuevos tan necesarios. Esta normativa junto con la “revolución digital” van a acabar con muchísimas de las “particularidades” que padecemos en España . Como es bien sabido esta prevista su aplicación efectiva en Enero de 2017.
Aunque hay muchos aspectos importantes a destacar, entre los mas fundamentales podemos mencionar los siguientes:
1.- Configura el asesoramiento como un servicio nuevo que necesita identificarse y diferenciarse, es decir; será necesario detallar los costes asociados a este servicio y comunicárselo al inversor.
2.- Establece los requisitos para que un asesor sea considerado independiente y el régimen general de incentivos.
3.-Aumenta de manera muy significativa las líneas de protección al inversor.
4.- Crea un nuevo marco de relación entre el diseñador del producto ( p ej. la gestora de fondos) y el distribuidor (la red bancaria), así la responsabilidad de definir el publico objetivo y de que se cumpla la normativa, para la idoneidad de su comercialización pasa a ser de la gestora.
“El sistema”, entendiendo en este caso al lobby bancario, secundado con entusiasmo por Inverco, van a tratar de defender con uñas y dientes su posición de privilegio en la industria de la inversión colectiva y el asesoramiento en España, aunque esperemos y confiemos que los legisladores europeos no sean tan permeables como los de aquí.
Lo que si podemos tener por absolutamente seguro es que MiFID II va a dinamitar este actual “status quo” en la industria, que se traduce en una intervención de la banca en toda la cadena de valor, lo cual ha originado una posición dominante y de oligopolio, fomentando los abusos y los conflictos de interés que los inversores padecen. Es esta intervención en toda la cadena de valor lo que ha provocado la pavorosa situación de la industria en España, es por así decirlo “La Mano que Mece la Cuna”.
3 Responses
Muy interesante Martín, como siempre.
Yo creo que el problema es mucho más complejo de lo que parece y de lo que este supuesta nueva norma resuelve. Hoy por hoy la realidad es que el inversor en España (no conozco otros países) no está dispuesto a pagar ni un céntimo por el asesoramiento.
Además tampoco «acepta» la distinción entre asesoramiento y gestión. Simplemente no contempla la opción de que sean cosas distintas. Separar eso, como sabes, fue la base de la normativa MiFID que demostró ser, en mi opinión, poco más que un conjunto de trabas burocráticas para unos y otros.
En este sector siempre se ha hecho la trampa tras la ley. Disfrazando las comunicaciones de «compliant» con gigantescos disclaimers que nadie lee y a los que se dedican incontables horas de «cumplimiento normativo» y resto de la cadena.
En la práctica el inversor quiere lo que todos queremos, que le resuelvan el problema de manera completa, seria, honesta e independiente. Separar asesoramiento, gestión, comercialización, etc no estoy seguro (y lo digo con todo su significado) de que ayude al inversor.
Saludos Martín!
Hola Horacio
Gracias por tu comentario y seguramente la norma no sea la panacea e indudablemente tiene muchas cosas mejorables, aun así creo que el romper el dominio existente en toda la cadena de valor del mismos «actor» será muy positivo o yo al menos así lo creo y desde luego espero que sea mucho mejor que la situación actual. ¡Un abrazo!